miércoles, 10 de marzo de 2010

LOS LLAMARES

La luna llama a la mar y la mar llama al humilde chorrito de agua, que en busca de la mar corre y corre, desde donde sea, por muy lejos que sea, y corriendo crece y se arremete y no hay montaña que le pare la pechada.
El sol llama a la parra, que queriendo sol se estira y sube.
El primer aire de la mañana llama a los olores de la ciudad que despierta, aroma de pan recien dorado, aroma del café recién molido, y los aromas del aire entran y del aire se apoderan.
La noche llama a las flores del camalote, y a medianoche en punto estallan en el río esos blancos fulgores que abren la negrura y se meten en ella, y la rompen y se la comen....

Eduardo Galeano

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